Lavar los platos
- Empiece por lavar primero los platos menos sucios, como vasos y cubiertos. Utilice una esponja o un paño de cocina para limpiar los platos. Asegúrate de limpiar todos los lados de los platos.
- A continuación, pasa a los platos y tazones. Frótalos con el mismo método que utilizaste para los vasos y los cubiertos.
- Una vez que hayas lavado todos los platos, enjuágalos con agua corriente tibia. Asegúrate de que toda la espuma de jabón haya desaparecido.
- Seca los platos con un paño de cocina limpio. Asegúrate de secar bien todos los platos para que no tengan manchas de agua.
- Guarde los platos en su lugar adecuado. ¡De esta manera estarán listos para la próxima comida!